MI CONFRONTACION CON LA DOCENCIA Quiero hacerles de su conocimiento, que me dedico a una de las actividades más hermosas y más nobles del mundo. ¡La docencia¡ ¡La enseñanza¡
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la Licenciatura en historia, en los años de 1982-1986; fue hasta 1987 que incursioné en la docencia, quien iba pensar que esto seria para toda para toda la vida, creo que mi incorporación a la docencia fue fortuita, pues no imagine dedicarme a esto.
Pues desde mis inicios con todo y lo accidentado que fueron, descubrieron mi vocación y pasión por la docencia.
Pienso que la docencia es una actividad de mucha importancia. Pues un maestro se considera un ente de cambio, pero también es una gran responsabilidad; porque en sus manos esta el moldear mentalidades, transformar individuos, que no es simple, y mas en el nivel medio superior.
En lo particular la docencia me ha dado muchas satisfacciones, pues en ella me he realizado como persona, como profesionista, he aprendido bastante. En ella he adquirido la capacidad de enseñar, y sobretodo la posibilidad de ver generaciones de alumnos egresar de diferentes universidades en diferentes carreras.
Creo que me ha dado más satisfacciones que insatisfacciones, aunque en la actualidad, considero que es una de las actividades más importantes, observo situaciones desagradables. Tan mal esta repartida la riqueza que mucha juventud no tiene acceso a la educación y menos en el nivel medio superior.
En mis inicios, todavía alcance esa importancia social que tenía el maestro; ahora en la actualidad ya no es muy reconocida su labor, por muchas rezones que no viene al caso enumerar.
Pero mis inicios no fueron muy buenos que digamos, a cabo de cumplir 25 años en servicio docente, mis inicios fueron bastante accidentados; en el sentido de cómo egresado que soy de una universidad sin una pizca de Pedagogía, lo cual representó un problema fuerte en mis inicios.
Cuan equivocado estaba al pensar que al egresar de la universidad ya tenía mi vida resuelta y solucionada, y más se me iba a facilitar al dedicarme a la docencia. Pensando que traía todos los conocimientos del mundo, ya la tenía ganada.
La realidad fue totalmente diferente, pues mis primeras clases fueron llenas de inseguridad, de ansiedad, de nervios, pensando que mis conocimientos me iban a sacar a flote.
En este sentido yo creo que no hay maestro normalista o profesionista que egresen siendo maestros, ambos tenemos que pagar un precio, unos mas alto que otros. No basta tener suficientes conocimientos, sino hay que saber transmitirlos.
Con el paso del tiempo fui adquiriendo experiencia, pero una experiencia que me costo muchos malos ratos, momentos difíciles; pero que me ayudaron a ir aprendiendo a ser maestro, a planear una materia, un clase.
Me di cuenta que la función de maestro, era mucho mas complicada que lo yo pensaba, pues tan demeritado estaba el magisterio que pululaba la idea de que si no tienes empleo “Métete de maestro,” que equivocados estaban quienes pensaban así.
Mi actividad docente la he desarrollado en el nivel Medio Superior, pienso que es uno de los niveles educativos más difíciles; pues se enfrenta uno a la mentalidad de los jóvenes, “El mundo de los jóvenes”.
Un nivel académico donde se da el choque de dos mundos, el de los jóvenes que piensan que todo lo pueden y el de los adultos que piensan que todo lo saben. Un mundo joven sinónimo de energía, potencialidad y dinamismo; que exige cada día; más estrategias de enseñanza-aprendizaje, mucho más eficientes.
Un mundo joven que ya nos supera en muchos aspectos, no se diga en el mundo virtual, que avanza día con día.
Este es el contexto que me ha formado como docente, digo me ha formado; porque en estos 25 años he aprendido a lo mejor como todos, que “Enseñando también se aprende”.
Un contexto en el cual con el paso de los años, he aprendido a corregir errores y a perfeccionar aciertos. Y hasta la fecha sigo aprendiendo, ¡pues nunca se deja de aprender.¡
Me falta mucho camino que recorrer, mucho que aprender, bastante que hacer, por eso he apostado mucho a este diplomado; que con la ayuda de mi tutora y de mis compañeros voy adquirir bastantes habilidades para satisfacer las necesidades que mis alumnos demandan.
L a poquita experiencia que tengo, la quiero compartir con mis compañeros de grupo, en este pequeño argumento.
“Cada jornada de trabajo que termino dejo de ser maestro, para otro día volverme hacer maestro y así sucesivamente”